jueves, 27 de noviembre de 2008

LA SOCIEDAD CAPITALISTA




Antes de nada, vamos a conocer cual es el significado de cada una de estas palabras, por un lado tenemos sociedad, a la que nos referimos como un conjunto de individuos que comparten fines, conductas y cultura, y que se relacionan interactuando entre sí, cooperativamente, para formar un grupo o una comunidad.
Y ahora pasaremos a definir el
capitalismo, es un sistema económico surgido en Europa en el siglo XVI y concebido principalmente, al menos, de tres formas diferentes dependiendo del énfasis en la consideración de ciertas características como determinantes o intrínsecas desde enfoques respectivamente políticos, culturales y sociales, sin que esto implique necesariamente una exclusión mutua de las diferentes definiciones.


Estas definiciones serían:

El régimen económico en el cual la titularidad de los medios de producción ( es un recurso que posibilita a los productores la realización de algún trabajo, generalmente para la producción de un artículo) es privada, entendiéndose por esto su construcción sobre un régimen de bienes de capital industrial basado en la propiedad privada.


La estructura económica en la cual los medios de producción operan principalmente en función del beneficio y en la que los intereses directivos se racionalizan empresarialmente en función de la inversión de capital y hacia la consecuente competencia por los mercados de consumo y trabajo asalariado.


El orden económico en el cual predomina el capital sobre el trabajo como elemento de producción y creación de riqueza, dicho fenómeno se considere como causa o como consecuencia del control sobre los medios de producción por parte de quienes poseen el primer factor.


Con estas breves aportaciones, ahora si podremos acercarnos a la definición de que es una sociedad capitalista, que la entendemos como un conjunto de de clases sociales que conviven en la modernidad y que se pueden dividir desde enfoques que van de la teoría bi-clasista antagónica (proletariado/burguesía) hasta los análisis múltiples de la sociología contemporánea. La sociedad capitalista o industrial nace de la vinculación política y económica de las transformaciones culturales que dieron paso a la modernidad (revoluciones burguesas) donde se encuentra un fundamento que pone al hombre como un ser ilimitado.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Juan Carlos Tadesco y Mariela Contreras Oyarzo


Tras realizar la tarea número tres, me parecía bien compartir con todos ustedes algunas partes de dicha tarea, como por ejemplo conocer la opinión de Juan Carlos Tadesco (director de la Internacional de la UNESCO) sobre la educación y temas educativos, para ello voy a pasar a daros unos enlaces en los que podéis ver información acerca de este autor argentino.








Y también os dejo el articulo de Mariela Contreras Oyarzo.



miércoles, 12 de noviembre de 2008

Tiempos Modernos



Tiempos Modernos es un largometraje de 1936 dirigido, escrito y protagonizado por el célebre actor Charles Chaplin ( Charles Spencer Chaplin Jr. (Londres, 16 de abril, de 1889– 1977) fue un actor, director, escritor, productor y compositor británico ganador del Oscar de Hollywood. Con casi 90 películas de cine mudo y sonoro, ha llegado a convertirse en la figura más representativa del cine mudo, el cual le ha dado su fama mundial y la consideración de uno de los grandes genios de la historia del cine).
La película constituye un retrato de las condiciones desesperadas de empleo que la clase obrera tuvo que soportar en la época de la Gran Depresión, condiciones promovidas, en la visión dada por la película, por la eficiencia de la industrialización y la producción en cadena.
Es una crítica al taylorismo, a una organización del trabajo que deshumaniza hasta el punto de pretender convertir al obrero en una máquina servidora de otra máquina, y los tiempos modernos no eran otros que los del capitalismo joven y rampante, la industrialización, los comienzos de la producción en serie y el desarraigo, la pobreza y la desesperanza del proletariado.

Taylor y su taylorismo



Taylor, ingeniero y economista norteamericano que elaboró un sistema de organización racional del trabajo, ampliamente expuesto en su obra “Principles of Scientific Management” (1912), en un planteo integral que luego fue conocido como “taylorismo”. Se basa en la aplicación de métodos científicos de orientación positivista y mecanicista al estudio de la relación entre el obrero y las técnicas modernas de producción industrial, con el fin de maximizar la eficiencia de la mano de obra y de las máquinas y herramientas, mediante la división sistemática de las tareas, la organización racional del trabajo en sus secuencias y procesos, y el cronometraje de las operaciones, más un sistema de motivación mediante el pago de primas al rendimiento, suprimiendo toda improvisación en la actividad industrial.

El
taylorismo corresponde a la división de las distintas tareas del proceso de producción que trae consigo el aislamiento del trabajador y la imposición de un salario proporcional al valor que añaden al proceso productivo. Este fue un nuevo método de organización industrial, cuyo fin era aumentar la productividad y evitar el control del obrero en los tiempos de producción.

La división del trabajo planteada por Taylor efectivamente reduce los costos y reorganiza científicamente el trabajo, pero encuentra un rechazo creciente del proletariado, elemento que sumado a la crisis de expansión estructural de mercado (por velocidad de circulación de la mercancía) lo llevaría a una reformulación práctica en el siglo XX que es la idea del fordismo.
Según el propio Taylor, las etapas para poner en funcionamiento su sistema de organización del trabajo eran las siguientes:

1. Hallar diez o quince obreros (si es posible en distintas empresas y de distintas regiones) que sean particularmente hábiles en la ejecución del trabajo por analizar.
2. Definir la serie exacta de movimientos elementales que cada uno de los obreros lleva a cabo para ejecutar el trabajo analizado, así como los útiles y materiales que emplea.
3. Determinar con un cronómetro el tiempo necesario para realizar cada uno de estos movimientos elementales y elegir el modo más simple de ejecución.
4. Eliminar todos los movimientos mal concebidos, los lentos o inútiles.
5. Tras haber suprimido así todos los movimientos inútiles, reunir en una secuencia los movimientos más rápidos y los que permiten emplear mejor los materiales más útiles.